El cielo vuelca
Su copa de nostalgia
Sobre nosotros.
Llueve.
Cae la lluvia
Como un acantilado
Cae salvaje
Como una pesadilla.
Y vos ahí
Como un ángulo
Sosteniendo el muro
Que nos separa.
Y yo aquí
Atajándolo para
Que no caiga.
Llueve
Como nuestras vidas paralelas,
Tan reales y ficticias,
Tan ficticias, reales y paralelas.
Y en los charcos
La vida y la muerte
Que se baten a duelo
Disputando marionetas y bufones.
Tranquilos,
Sólo es lluvia
Arrojada antes del descubrimiento
A un mundo plano,
O tal vez los elefantes subterráneos
Refrescando la memoria.
La tortuga duerme todavía,
Y sueña la historia de la conquista.
Es sólo lluvia,
Nada que no pueda remediar
Un buen asado con vino tinto,
Un asado muerto de pena
Y pasado por agua,
Cubierto por periódicos
Impregnados de presente.
Es la lluvia que exagera
Los almanaques descuartizados,
Desarmados en los zanjones.
Flotando van los días,
Los meses y los santos
Inventando otra leyenda
De nosotros.
No desesperen,
Dice en su repiqueteo,
Ya me detendré
Sobre esta tierra
Sedienta de porvenires,
Y les dejaré el muro
Erguido del triunfo.
Fue la lluvia bruja
Que nos ha derretido
Por un rato
Y derrumbado
Como iceberg.
Fue la lluvia
Que te arroja
Al fondo del lago
En el que te hundes,
Mientras tu voz
Me maldice, todavía.
Patricia Agustín
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